Nueva edición de las ENTREVISTAS VAPERILES y hoy tenemos el gustazo de estar con Juan Ibáñez (@juanibañez). Cómico, guionista y actor, entre otras cosas, conocido en el mundo televisivo por dar vida a una de las hormigas más famosas del mundo, “Trancas“.
Nació mientras apretaba el calor de un mes de Agosto de 1980 en Madrid y se fue a criar en Carabanchel, el barrio que también me vio crecer. Así que, es más que posible, que hayamos coincidido en algunos parques, en algunos bares, etc., pero fue el vapeo el que nos puso cara. Y es que Juan es un carabanchelero de pro, y se le nota.
Imagino que todos lo conocéis por su sentido del humor canalla, y es que es prácticamente imposible no reírse con él. Si queréis saber qué nos contó no os podéis perder esta entrevista. No tiene desperdicio…
Somos del mismo barrio y de la misma quinta. Así que, inevitablemente, toca rememorar viejos tiempos. ¿Viviste muchos años en Carabanchel? ¿Qué recuerdos tienes de aquella época?
Pues viví en
Carabanchel hasta los 26 años y tengo unos recuerdos maravillosos. Fui al colegio
Amorós y era buen estudiante. Intentaba ser macarra pero no te creas que me salía muy bien. De hecho, mi cara de pringao era un imán para los atracadores de la época. El
Parque de las Cruces era mi cuartel general. A los de
Carabanchel ya sabes que con un parque, un litro de cerveza y unas pipas, ya somos felices…
Y tanto… El Parque de las Cruces también le he trabajado yo (jejejje) y los recreativos cerca del instituto. ¿Tú que eras más, de futbolines o de deporte?¿Ya de aquella andabas con Marron y Damián (compañeros en El Hormiguero)?
Era de las dos cosas, después del instituto era obligado ir a los futbolines a medirnos el lomo con los chungos de la zona y los findes nos íbamos a patinar a las rampas de
San José de Valderas.
A Marron lo conozco desde que tengo 5 años porque íbamos juntos al cole e incluso hicimos una obra de teatro juntos con 10 años. A Damián le conocí en la facultad, pero venía a Carabanchel a tomarse algo de vez en cuando.
Claro, es que el ocio nocturno que ofrecía el barrio en aquellos años molaba un montón…
La verdad es que sí. Por
Carabanchel paraba mucho en el
Barroco, en el
Virrey, en las terracitas de Fátima, el famoso
Ruper King y el restaurante chino
Oriente City ( el mejor chino de Madrid), y también íbamos mucho a
La Sala, que incluso hemos actuado allí con nuestro grupo y haciendo monólogos. Allí veíamos a
Faemino y Cansado, que soy muy fan, de hecho para mi ha sido un honor coincidir con
Cansado en
Ilustres Ignorantes.
Si es que Carabanchel siempre fue cuna de grandes… ¿Qué tal por la universidad? Me ha contado un pajarito que lo dejaste a falta de 3 ó 4 asignaturas para terminar, ¿no?
La universidad me vino genial sobre todo para conocer a
Damián. Estábamos estudiando Publicidad y decidimos sacarle partido a la “uni”, así que nos apuntamos a la radio, a talleres de cine… y ahí empezamos a escribir juntos y por eso precisamente tuvimos que dejarla, porque empezamos a trabajar de guionistas en
El Club de la Comedia con 21 años. Aguantamos un tiempo estudiando y trabajando, pero cuando llevábamos un par de años en la radio ya no pudimos más y lo dejamos. Pero me queda muy poco para acabarla y no lo descarto.
Claro, es que compaginar ese tipo de curro con la facultad no tiene que ser muy fácil…
Fíjate, mi primer trabajo fue con
Damián en el
Club de la Comedia. Conocimos a
Luis Piedrahita y nos dijo que había un hueco de guionista en
El Club y allá que fuimos, nos contrató
Pablo Motos y hasta la fecha seguimos currando con él.
Después de eso, a Pablo le ofrecieron sustituir a Gomaespuma en la radio (M80), en el programa de la mañana, de los cuáles éramos muy fans. Por eso decidimos ir con mucha humildad y llamar al programa “no Somos Nadie”… jajajaj
Buah, Gomaespuma… eran muy buenos. Juan Luis era mi vecino del cuarto, jejejeje, otro carabanchelero de los buenos. El caso es que lo petasteis con ese programa…
La verdad es que nos lo currábamos mucho, pero no sabíamos que iba a funcionar tan tan bien, la época de la radio fue maravillosa. Lo único malo, lo de levantarte a las 5 de la mañana… eso no mola nada.
Y poco después el salto a la televisión. ¿Cómo se te queda el cuerpo cuando os dicen que vais a hacer un programa de tele? ¿Cómo surge El Hormiguero y las hormigas?
Pues la verdad es que nos daba miedito, pero teníamos mucha ilusión.
Pablo empezó a colaborar en un programa de
Cuatro, conoció a
Jorge Salvador y allí surgió la posibilidad de hacer
El Hormiguero. Pero el primer año era semanal y lo compatibilizábamos con la radio…
Y las hormigas nacen porque por aquella época Damián y yo no nos atrevíamos a salir por la tele y se nos ocurrió la idea del muñeco. Al principio iban a ser unos calcetines pero luego Jorge Salvador propuso que si el programa se llamaba El Hormiguero podrían ser unas hormigas. Así que nos pasaron unos diseños y entre Pablo, Jorge y nosotros decidimos. Al principio solo salían un ratito en el programa pero funcionaron tan bien que se acabaron quedando todo el tiempo.
Mola mucho estar escondidos debajo de la mesa porque las hormigas no tienen vergüenza de nada, eso es lo mejor del mundo. Y luego que no estamos tan expuestos, la fama que nos dan es la perfecta, ni mucho ni poco.
¿Pero no agobia un poco que te reconozcan por todas partes?
Mi nivel de famoso no es nada incomodo así que lo llevo “de puta madre”. No tengo ni grandes ventajas pero tampoco grandes inconvenientes. Lo típico de que te den una mesa en un restaurante cuando está lleno o que vengan a pedirte una foto cuando estás cortando con tu novia, que igual no es el mejor momento.
Oye, además de tu faceta como muñeco de trapo (Trancas), tienes un grupo de música, ¿hay novedades a la vista? Y por seguir fuera de la tele, ¿qué tal tu experiencia como actor en la serie “Pequeñas Coincidencias”?
Sí que nos apetece juntar de nuevo a
El Hombre Linterna. Es más, queríamos empezar los ensayos y de hecho hicimos uno, pero llegó la pandemia y nos confinaron.
Mi experiencia como actor está siendo guay. Sobre todo porque Javier Veiga (director y protagonista) y Marta Hazas (protagonista) pensaron en mí desde el principio, con lo que el personaje está escrito a medida, y que trabajar con colegas es divertidísimo. Además, salir de debajo de la mesa para grabar una serie en verano y aprender de todo ese mundillo es una pasada. Es más, allí me encontré con una antigua novia mía que era la jefa de vestuario, y fue muy guay volver a vernos y trabajar juntos.
Y además de todo esto, exfumador y vapeador confeso. ¿Cómo fue tu relación con el tabaco y cuándo empiezas a darle al vapeo?
Empecé a fumar como todos en aquella época, por la tontería de adolescente de probar lo prohibido y al final te acabas enganchando porque el tabaco es superadictivo. Habré estado fumando desde los 16/17 a los 30 años, más o menos. Fumaba unos 15/20 cigarros al día, menos cuando me iba por ahí de juega que ya se sabe…
A mi siempre ha dado curiosidad todos los cachivaches nuevos que aparecen, no solo tecnológicos, no sé, cosas raras como una flauta de nariz que tengo y me gusta tocar. Y de repente me encontré con el vapeo por una tienda que pusieron al lado de mi casa que, al principio, es como un juguete y me llamó la atención. De aquella costaban una pasta pero me compré uno y me encantó. Y empecé a reducir cigarros y a convertirme en un friki del vapeo. Así dejé de fumar.
En aquel tiempo no había tanta información como hoy pero como me gustan mucho los cacharritos, que era una cosa nueva, lo de echar vapor, los sabores y también que, la tienda donde me lo vendieron me generó bastante confianza con la información que me dieron sobre lo que era el vapeo. Y como notaba que no me sentaba mal y que hacía que fumara menos, tiré “pa´lante”.
Vamos, que eres de los que empezamos a vapear pensando que era imposible que fuera peor que el tabaco… ¿Y con qué te iniciaste?
Esta tienda que te digo, era de una marca italiana, que lo petaron en España, me vendieron uno de éstos tipo lápiz (batería ego y claromizador) pero no era el típico claricono, era más chulo. Tenía como unos cartuchos (cartomizadores) y estaba bastante guay. Vapeaba un líquido de fresa y menta pero es que no había prácticamente sabores. Era eso o tabacos o te ibas a tu casa jejeje
Entonces, como buen friki, estarías todo el día viendo videos y comprando cosillas, ¿no?
Sí, sí, totalmente. Me convertí en un friki del vapeo y empecé a mirar mucho por internet sobre el tema. Compraba líquidos raros experimentales muy repugnantes hasta que salieron los
Halo, rollo violetas, rosas silvestres con anís del mono… yo los pedía por si acaso salía uno bueno, ajjajajaja. Probé líquidos muy asquerosos, sí.
Veía videos de DPM (Vapeando Low Cost) que me encantaba, ¡qué gracioso era, macho!, pero se “chinó” y lo dejó. Y de ahí reboté a El Mono Vapeador, que me parece el mejor Youtuber de vapeo, el más riguroso y el que más tiempo lleva.
Y si dejaste de fumar, es evidente que te fue de coña con el vapeo. ¿Lo has recomendado a otras personas?
Es que empiezas a notar mejoras muy rápido porque cuando vapeas reduces mucho el consumo de cigarrillos. Y ahora es “de puta madre” y lo noto mucho en todo, a la hora de hacer deporte, coges menos resfriados, anginas… se nota un huevo, la verdad. ¡Ufff!, me estoy agobiando de pensar en cuando fumaba, respiraba fatal y como que no entraba el aire…
Claro que lo recomiendo porque además, es que me encanta recomendar cosas, porque soy así de “gilipollas”. Recomiendo películas, series, una cosa que me he comprado por Amazon y que mola o lo que sea. Y al empezar con el vapeo se lo empiezo a recomendar a colegas y hay algunos que les funciona y a otros que no. Pero haciendo así una cuenta rápida, solo en El Hormiguero, 6 personas han dejado de fumar gracias al vapeo y a que se lo recomendé yo. Así que, oye, muy contento.
Y te da fuerte el vapeo hasta el punto de abrir una tienda y crear tu propio líquido, ¿qué tal la experiencia?
Fue un poco porque una marca nos dijo de montar una franquicia y a mi me hacía ilusión tener mi propio líquido, mi propia tienda. Lo que pasa es que trabajando en
El Hormiguero tenía poco tiempo para atenderla y aún así iba los viernes, fines de semana. Pero es que, además,
Mas Que Vapor abrió una tienda muy cerca de la nuestra. Fue una coincidencia porque ellos tenían ya pillado el local mucho antes pero nosotros no lo sabíamos. Y claro, nosotros no teníamos capacidad de tener la variedad y la cantidad de productos que tenían ellos. Así que, sinceramente, no fue bien y no pienso montar otro negocio ni de vapeo ni de nada si no puedo dedicarle el tiempo y el esfuerzo necesario para tenerlo a tope.
Mi líquido, jejejeje, Ant Soul, que ya no me queda nada de nada y fíjate, lo que más triunfó de la tienda fue precisamente eso y hubo un momento que hasta teníamos escasez para nosotros… ¡si es que, “mecawen tó”!.
Ahora que ya no tienes la tienda, ¿sigues la actualidad del mundo del vapeo, los cacharritos y los líquidos nuevos que van saliendo?
No, la verdad es que no. Ahora le estoy dando a los
Pods y a las
sales de nicotina. Creo que ahora tenemos dispositivos muy cómodos y limpios para vapear, no como antes, que te tenías que hacer un friki sí o sí y montarte tus propias resistencias para disfrutar en condiciones, aunque el otro día monté unas resistencias en un ato de dripeo, que me hacía ilusión, pero lo estoy usando poco.
De todas formas, si me entra la “esponjitis” y necesito algo, me paso a ver a mis amigos Manuela y Juanjo, de SkyVap, que los conozco desde hace años y me dejan trastear un poco por la tienda.
¿Y a nivel político y social? ¿Cómo ves todo el rollo de la legislación, campañas pro y anti vapeo, etc?
Ahora como que está todo más calmado y, sobre todo, más normalizado. Así que, en ese sentido, está guay ahora mismo. Lo que parece es que no hay ni tanta fiebre ni tantos detractores, está como asentándose. Pero los “negacionistas” hacen mucho ruido.
El tiempo y la gente que vapea somos la prueba de que esto funciona, pero no te preocupes que las propias tabacaleras, farmacéuticas y estados se adaptarán al vapeo y lo promoverán ellos cuando les interese.
Defínete como vapeador
Lo que decía, uso mucho los Pods porque me parecen muy cómodos y discretos, ahora mismo estoy con el
Wenax, de GeekVape pero he pasado por todas las fases. He usado RTAs y RDAs, me encantaban los tubos gordos mecánicos y he tenido algunos que eran la “hostia”, pero también he tenido buenas cajas. Los BF son lo único que no me ha acabado de convencer nunca.
Si tuvieras que elegir tu Mod y Ato favoritos en estos años, por el motivo que sea, ¿cuáles serían?
Ufff… uno que tenía como una mascara antigas, Toxic o así se llamaba, ese RDA me moló mucho. Y MOD diría uno que era un “tubarro” que tenía el ato integrado, creo que
El Mono Vapeador tenía una revisión. Era la “hostia”, un tubo de acero que le había en 3 colores y el ato tenía dos postes con la campana también de acero y quedaba de la leche… ese era mi preferido y le he usado un montón, la verdad.
¿Qué te parece si para terminar nos dices tus líquidos de cabecera? Seguro que la gente está deseando saberlo…
Soy un “clasic”…
Heisenberg, tabaquiles como el
Tribeca o el de
I Love Salts, el
Red Staire y el
Gins Adiction… si es que fíjate, de toda la vida.
Aquí termina esta amena charla. Antes de despedirnos, agradecer al gran
Juan Ibáñez (@juanibañez) la disposición a participar en esta entrevista. Un tío que, profesionalmente, está más “liao” que la pata de un romano y que nos ha ayudado y nos ha dado todas las facilidades para poder llevarla a cabo. Así que
¡mil gracias!
El chaval de barrio que, a base de curro y esfuerzo, se ha colocado en lo alto del panorama nacional haciendo lo que más le gusta, reir. Si toda la gente que le conoce habla maravillas de él, debe ser por algo.
Se encontró de casualidad con el vapeo y su curiosidad le obligó a probar esos cacharros para echar vapor. Casi sin darse cuenta apenas fumaba cigarros y, al poco, los abandonó definitivamente para convertirse en un fanático vaperil.
¡Muchas gracias! ¡Nos vemos por Carabanchel!